Análisis de Logo: Municipalidad de Lima

Análisis de Logo: Municipalidad de Lima

Branding Municipalidad de Lima: Análisis de Marca

Tu imagen es lo que los demás perciben.

Hace pocos días, la nueva gestión de la Municipalidad de Lima tomó posesión del cargo y uno de sus primeros anuncios fue el estreno de su nuevo logo.

Cuando una entidad anuncia un cambio de logo, en realidad le está enviando un mensaje a su público: que se está realizando un cambio que no solo es externo, sino también interno. En el caso de las empresas, este cambio puede deberse a una nueva visión empresarial, una reestructuración de la organización, la apertura de nuevas líneas de servicio, entre otros.

En cambio, en el caso de entidades como la Municipalidad de Lima, este mensaje está inevitablemente asociado a una acción política: cambiar la percepción que tiene la ciudadanía de la entidad y diferenciarse de la gestión anterior. Sin embargo, anunciar la intención de cambiar no es lo mismo que comunicar un cambio positivo. Por ello, es importante que un nuevo logo esté alineado con los atributos que se busca destacar en la institución, y que no tenga problemas comunicativos que perjudiquen el mensaje de mejora respecto a algo anterior.

Analicemos los diferentes elementos del nuevo logo de la Municipalidad de Lima:

1. Pesos y proporciones

Como podemos ver, el nuevo logo emplea dos elementos con dos diferentes tamaños: por un lado, una pequeña ilustración con el escudo de la ciudad, un símbolo muy reconocible de la municipalidad, el cual contiene muchos detalles, por lo que es necesario acercarse para apreciarlo; por otro lado, emplea un texto bastante grande y conciso en el que ocurre lo contrario: es necesario alejarse de la pieza para leerlo mejor. Tener estos dos niveles contradictorios demanda un mayor esfuerzo de lectura por parte del usuario.

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2. Tipografía

La tipografía contiene un detalle reconocible: los cortes en las letras A y P. Sin embargo, es importante preguntarnos, ¿cuál es el criterio detrás de estos cortes? Una posible interpretación es que la nueva gestión busca proyectar una imagen más abierta para los ciudadanos. Sin embargo, desde un punto de vista gráfico, al tener el detalle únicamente en algunas letras el mensaje no es transmitido con claridad. ¿Por qué solo se aplica el corte en la vocal “A” y no en las demás?¿Porqué se eligió la “P” y no la “M”, que es la primera letra del nombre de la entidad? ¿Por qué no se aplicó el corte solo en la palabra “Lima”? Estos cuestionamientos aparecen porque no existe un criterio unificado que aclare el mensaje visual. Debemos recordar siempre que la tarea de un diseñador gráfico es hacer que lo visual se interprete de la manera más clara y rápida posible.

3. Línea

El logo cuenta con una línea que separa el texto superior del inferior. Este elemento no cumple una función de lectura, sino una más bien decorativa, ya que la separación de los textos se había logrado con otras variables como el color y el tamaño. Entonces, ¿por qué agregar un elemento más que vuelve la pieza más compleja y entorpece la lectura?

4. Color

La Municipalidad de Lima se ha caracterizado por el uso del azul y el amarillo como sus colores principales, pero en este caso se ha realizado un cambio de tonalidad alejado de esa tradición. Probablemente este cambio tiene una finalidad política para diferenciarse de la gestión previa. Ante esto, es interesante preguntarnos si estos cambios se darán con cada gestión: esto privaría a la Municipalidad de Lima de una identidad unificada a lo largo del tiempo y esta pasaría a adoptar una postura alineada únicamente con la gestión de turno.

Una de las primeras acciones de la gestión entrante ha sido anunciar, a través de este cambio de logo, que pasaremos a vivir una nueva etapa como ciudad. Es importante considerar que en este cambio se ha invertido tiempo y dinero, no solo en la creación de un logo, sino también en el cambio de los materiales existentes como piezas, afiches, papelería institucional, etc. Y aunque este cambio puede resultar muy positivo, el resultado final de este logo no comunica lo que la nueva gestión busca transmitir.

Si el cambio de imagen de una entidad no llega a generar una comunicación coherente y, lo que es peor, genera piezas que contradicen el mensaje que se busca transmitir, el público no puede interpretar el valor del cambio ni comprender su importancia. Por ello debemos tener en cuenta que el cambio por sí mismo no es suficiente como estrategia comunicativa, sino que debe venir acompañado de decisiones estratégicas adecuadas e inteligentes.

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